Las posturas del caballo acondicionan y fortalecen los músculos de las piernas, las rodillas, la cintura y la espalda.

Ponerse en cuclillas trabaja los siguientes grupos musculares: cuádriceps, glúteos, isquiotibiales, músculo externo largo, pantorrillas.

Ponerse en cuclillas y volver a subir mejorará algunas habilidades de equilibrio y aumentará la intensidad cardiovascular.

Los hombros, bíceps y antebrazos están acondicionados y fortalecidos.

Muchos curanderos chinos creen que este ejercicio ayuda a regular y mejorar los meridianos del riñón.

El equilibrio y las funciones cerebrales se mejoran mediante movimientos coordinados.

El estiramiento ayuda a relajar los músculos rígidos y tensos.

Escuchemos el relato…